Veintiocho años de no tener un incremento del ingreso per cápita medio más que de 0.7% en el país ha incrementado el número de pobres en México y ha depauperado a los sectores medios. La Ciudad de México no tenía manera de zafarse de esas tendencias a pesar de que 14 años de gobiernos de izquierda han creado una plataforma de 422 programas sociales —350 implementados por las delegaciones y 72 por las diversas entidades del gobierno central. Es el sistema de derechos sociales, garantizados por el gobierno, más vasto de nuestro país. Incluye pensión alimentaria para adultos mayores, becas para los estudiantes de prepa, becas escolares para niños en condiciones de vulnerabilidad social, desayunos escolares, uniformes escolares gratuitos, construcción y mejoramiento de vivienda, seguro de desempleo, etc.
Y sin embargo, la Ciudad de México sigue padeciendo pobreza en más de la mitad de sus manzanas. La población residente en las manzanas de bajo y muy bajo desarrollo social representó 58.1% del total, mientras que el restante 41.9% se ubicó en manzanas de grados medio y alto.
El Consejo de Evaluación del Desarrollo Social del Distrito Federal (Evalúa DF) llevó a cabo, en los primeros meses de este año, con apoyo del Instituto de Ciencia y Tecnología de la Ciudad, una investigación en más de dos millones 287 mil viviendas (en más de 59 mil manzanas de mil 485 colonias) para determinar el índice de desarrollo social de las unidades territoriales de la capital.
El índice de desarrollo social se calculó a partir de seis indicadores: 1) de calidad y espacio disponible en la vivienda; 2) de adecuación sanitaria (a partir de tres sub-indicadores: disponibilidad de agua, de drenaje y de excusado en la vivienda); 3) de acceso a seguridad social y/o a servicio médico; 4) de indicador de rezago educativo; 5) de acceso a electricidad y 6) de posesión de bienes durables (como refrigerador, etc.).
Las delegaciones cuyas manzanas tuvieron un IDS muy bajo o bajo, es decir, que padecen pobreza, en orden decreciente son: Milpa Alta 96.35%; Tláhuac 73.8%; Xochimilco 70.0%; Iztapalapa 64.29%; Magdalena Contreras 63.98%; Cuajimalpa 54.71%; Tlalpan 57.38%; Álvaro Obregón 56.02%; Gustavo A. Madero 51.23%. En términos de población, 59.77% de los capitalinos padecen alguna forma de pobreza, de acuerdo al IDS. Es necesario dejar aclarado que el IDS no tomó en cuenta el grado de desempleo, de subempleo o de empleo en la economía informal sin prestaciones sociales, que padecen miles de capitalinos.
Las delegaciones con mayores índices de desarrollo social alto, en la mayoría de sus manzanas, fueron Benito Juárez (78.21%), Cuauhtémoc (66.02%) y Miguel Hidalgo (57.89%). Las delegaciones con más del 50% de sus manzanas con un IDS medio y alto, es decir, de clase media o rica son, en forma descendiente: Benito Juárez 96.97%, Miguel Hidalgo 80.93%; Azcapotzalco 71.40%; Cuauhtémoc 78.68%; Iztacalco 71.75%; Venustiano Carranza 57.38%; Coyoacán 52.63 por ciento.
En un convenio que celebró la Asamblea Legislativa del Distrito Federal con el rector de la UNAM —Dr. José Narro Robles—, se acordó que se realizarían cuatro talleres de análisis como primer paso en un proceso de planeación participativa, para pensar la ciudad entre especialistas, representantes de sectores y de comités ciudadanos, a cinco, diez y 20 años plazo, cuyos objetivos serían, entre otros, proponer las soluciones a estas condiciones de pobreza, más allá de ampliar y profundizar la garantía de los derechos sociales. En dos de esos talleres se acordó que en cinco de las nueve delegaciones con más de 50% de sus manzanas con un IDS bajo o muy bajo, deberían realizarse polos de desarrollo económico, social, cultural y urbano, que en forma local pudiera combatir la pobreza y hacer subir el IDS de la mayoría de las manzanas a medio o alto.
Se agrupó a las delegaciones de Milpa Alta, Tláhuac y Xochimilco en el polo suroriente de la ciudad; a Iztapalapa —la delegación más poblada con casi dos millones de habitantes—, como polo oriente y a la Gustavo A. Madero —con una población de un millón 100 mil habitantes— como eje del polo nororiente.
Estamos convencidos de que aun en un contexto nacional e internacional de neoliberalismo y crisis o recesión económicas, un gobierno de la izquierda unida en el Distrito Federal, de 2012 a 2018, puede usar la plataforma de derechos sociales que ya existe para que a partir de ella focalice procesos de reactivación económica y generación de empleo sustentados en una reindustrialización limpia de esos polos y en el suroriente agregarle, además, programas de desarrollo agrícola moderno —tipo invernadero— que produzcan las verduras para el consumo de esta ciudad y que además ofrezcan todo género de turismo ecológico, regenerando la zona chinampera.
Habrá que crear, también, en las manzanas con un IDS muy bajo, espacios de productividad social con planes estratégicos que desarrollen las capacidades específicas personales y sociales de sus habitantes y de la comunidad en su conjunto, y apoyarlos con activos físicos con la tecnología adecuada que les permita producir bienes y servicios con la productividad suficiente para mejorar sus ingresos y, a partir de ahí, mejorar su índice de desarrollo social.
Y sin embargo, la Ciudad de México sigue padeciendo pobreza en más de la mitad de sus manzanas. La población residente en las manzanas de bajo y muy bajo desarrollo social representó 58.1% del total, mientras que el restante 41.9% se ubicó en manzanas de grados medio y alto.
El Consejo de Evaluación del Desarrollo Social del Distrito Federal (Evalúa DF) llevó a cabo, en los primeros meses de este año, con apoyo del Instituto de Ciencia y Tecnología de la Ciudad, una investigación en más de dos millones 287 mil viviendas (en más de 59 mil manzanas de mil 485 colonias) para determinar el índice de desarrollo social de las unidades territoriales de la capital.
El índice de desarrollo social se calculó a partir de seis indicadores: 1) de calidad y espacio disponible en la vivienda; 2) de adecuación sanitaria (a partir de tres sub-indicadores: disponibilidad de agua, de drenaje y de excusado en la vivienda); 3) de acceso a seguridad social y/o a servicio médico; 4) de indicador de rezago educativo; 5) de acceso a electricidad y 6) de posesión de bienes durables (como refrigerador, etc.).
Las delegaciones cuyas manzanas tuvieron un IDS muy bajo o bajo, es decir, que padecen pobreza, en orden decreciente son: Milpa Alta 96.35%; Tláhuac 73.8%; Xochimilco 70.0%; Iztapalapa 64.29%; Magdalena Contreras 63.98%; Cuajimalpa 54.71%; Tlalpan 57.38%; Álvaro Obregón 56.02%; Gustavo A. Madero 51.23%. En términos de población, 59.77% de los capitalinos padecen alguna forma de pobreza, de acuerdo al IDS. Es necesario dejar aclarado que el IDS no tomó en cuenta el grado de desempleo, de subempleo o de empleo en la economía informal sin prestaciones sociales, que padecen miles de capitalinos.
Las delegaciones con mayores índices de desarrollo social alto, en la mayoría de sus manzanas, fueron Benito Juárez (78.21%), Cuauhtémoc (66.02%) y Miguel Hidalgo (57.89%). Las delegaciones con más del 50% de sus manzanas con un IDS medio y alto, es decir, de clase media o rica son, en forma descendiente: Benito Juárez 96.97%, Miguel Hidalgo 80.93%; Azcapotzalco 71.40%; Cuauhtémoc 78.68%; Iztacalco 71.75%; Venustiano Carranza 57.38%; Coyoacán 52.63 por ciento.
En un convenio que celebró la Asamblea Legislativa del Distrito Federal con el rector de la UNAM —Dr. José Narro Robles—, se acordó que se realizarían cuatro talleres de análisis como primer paso en un proceso de planeación participativa, para pensar la ciudad entre especialistas, representantes de sectores y de comités ciudadanos, a cinco, diez y 20 años plazo, cuyos objetivos serían, entre otros, proponer las soluciones a estas condiciones de pobreza, más allá de ampliar y profundizar la garantía de los derechos sociales. En dos de esos talleres se acordó que en cinco de las nueve delegaciones con más de 50% de sus manzanas con un IDS bajo o muy bajo, deberían realizarse polos de desarrollo económico, social, cultural y urbano, que en forma local pudiera combatir la pobreza y hacer subir el IDS de la mayoría de las manzanas a medio o alto.
Se agrupó a las delegaciones de Milpa Alta, Tláhuac y Xochimilco en el polo suroriente de la ciudad; a Iztapalapa —la delegación más poblada con casi dos millones de habitantes—, como polo oriente y a la Gustavo A. Madero —con una población de un millón 100 mil habitantes— como eje del polo nororiente.
Estamos convencidos de que aun en un contexto nacional e internacional de neoliberalismo y crisis o recesión económicas, un gobierno de la izquierda unida en el Distrito Federal, de 2012 a 2018, puede usar la plataforma de derechos sociales que ya existe para que a partir de ella focalice procesos de reactivación económica y generación de empleo sustentados en una reindustrialización limpia de esos polos y en el suroriente agregarle, además, programas de desarrollo agrícola moderno —tipo invernadero— que produzcan las verduras para el consumo de esta ciudad y que además ofrezcan todo género de turismo ecológico, regenerando la zona chinampera.
Habrá que crear, también, en las manzanas con un IDS muy bajo, espacios de productividad social con planes estratégicos que desarrollen las capacidades específicas personales y sociales de sus habitantes y de la comunidad en su conjunto, y apoyarlos con activos físicos con la tecnología adecuada que les permita producir bienes y servicios con la productividad suficiente para mejorar sus ingresos y, a partir de ahí, mejorar su índice de desarrollo social.
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