El pasado mes de junio de este año, el periódico El Universal, publicó una impactante nota sobre el llamado sexting que (de acuerdo algunos colegas) es la combinación de imágenes con contenido sexual más un texto que se envía por celular. La información sobre cómo un grupo de alumnos de un bachillerato de la Delegación Gustavo A. Madero, en la Ciudad de México, llevó a cabo una violación de carácter tumultuario y de manejo de pornografía infantil en contra de una joven estudiante.
De acuerdo a los datos de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, señala el diario, se conoció que siete estudiantes violaron y video grabaron en una fiesta, a una de sus compañeras cuando llegó a un estado de inconsciencia después de que bebieron varias botellas de tequila.
También preocupa seriamente la violencia explícitamente sexual hacia la joven, así como el nivel de patología de sus compañeros. Lo inquietante del caso, es que observamos un nuevo tipo de violencia que en los jóvenes está surgiendo; la combinación de alcoholizarse, más la actuación sin límites de los impulsos sexuales de sus compañeros, da como resultado la agresión sexual a una persona que no tiene posibilidad de defensa Se dice que “la grabación fue retransmitida de celular en celular por varios alumnos del plantel, hasta que llegó a manos de una amiga de la víctima, quien le informó sobre el hecho.
La joven no sabía lo que había sucedido en la reunión con sus compañeros el pasado 15 de abril, hasta que vio la grabación que mostraba cómo era violada por varios de sus compañeros de la escuela”. “Sus recuerdos eran que habían tomado cuatro botellas de tequila, tras lo cual despertó sin ropa interior y con ella había varios hombres. Al enterarse de lo que le hicieron, el 28 de mayo interpuso la denuncia penal”.
El video circuló entre los teléfonos celulares de los estudiantes de la escuela de la joven violada; para algunos pasó como algo divertido y extraordinario observar cómo alguien es violentado sexualmente, mientras que para otros fue motivo de denuncia. La violencia en este como en muchos otros casos, tiene como contexto los siguientes factores: a) ¿Qué pasa en estos jóvenes donde perder la conciencia es una forma natural de convivencia? b) ¿Qué pasa con los jóvenes que al ver que una compañera era violada por diferentes personas no hacían nada para detenerlo?; c) la facilidad de filmar una agresión sexual; d) la agresión sexual se convierte en diversión sin que esto origine culpa; e) ¿qué hará la familia de la joven violada?; f) ¿qué pasará con la estudiante violada y quien le prestará ayuda? g) ¿qué harán las autoridades del bachillerato al respecto y cómo manejan tales casos? h) ¿qué sucede con una joven que no tiene capacidad para reconocer límites que le hagan prever que se halla en situaciones de alto riesgo?; i) ¿Cómo saber en quién confiar en una festividad privada sin exponer la vida, y por lo tanto reconocer que existen individuos para los cuales no hay límite alguno?; j) ¿Tanto las familias de los participantes, como el grupo de amigos de la escuela son corresponsables de lo sucedido?
Nuestra hipótesis desde ¿Y tu salud mental? es que toda esta serie de aspectos son totalmente ignorados y evitados por las familias, los jóvenes, las autoridades escolares y las autoridades encargadas de perseguir tales delitos.
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